Más que un asunto de estética, el cuidado y limpieza de uñas evita que sean transportadoras de hongos o bacterias que pueden desencadenar enfermedades. Además, la utilización frecuente de uñas postizas es considerada insalubre, toda vez que restan permeabilidad y favorecen humedad en ellas, lo que condiciona la fácil reproducción de hongos y bacterias que actúan en favor de algunas enfermedades.
En el marco del Día Mundial de Higiene de Manos, El doctor Clemente Martínez Ruiz, director de la Unidad de Medicina Familiar número 27 (UMF 27) del Instituto Mexicano del Seguro Social, (IMSS) en Tijuana destacó que es poco habitual que la población, sobre todo del sexo masculino, se lave las uñas, sin embargo, el aseo de las manos, dijo, debe incluirlas.
Explicó que es necesario utilizar jabón y cepillo, juntar los dedos y ponerlos directo bajo el chorro de agua. También recomendó que para tener uñas sanas, éstas no deben estar muy largas, las de las manos deben cortarse en redondo mientras que las de los pies en forma recta, ya que pueden dar paso a la formación de uña enterrada o encarnada.
Recordó que la higiene de las uñas, no significa que deban lavarse a cada momento ni que se haga uso frecuente de gel o jabón antibacterial, ya que esto provoca resequedad. Expresó que en la piel existe la denominada flora normal, compuesta por hongos y bacterias que viven en ella y cuyo trabajo es evitar que otros gérmenes perjudiciales produzcan enfermedades.
El doctor Clemente Martínez agregó que la técnica correcta es el uso de agua y jabón preferentemente líquido, tallarse la superficie y palmas de la mano, entre los dedos interdigitalmente, después el dorso hasta las muñecas, un proceso que lleva aproximadamente un minuto. Indicó que la técnica de lavado de manos debe ser la correcta porque éstas son la principal fuente de contacto y transmisión de enfermedades en la piel o gastrointestinales.
“Nuestra piel está altamente poblada de bacterias, la cuestión es limitarlas, no se quedan estériles nuestras manos después de un lavado, se trata de limitar el riesgo de transmisión”, detalló el director de la UMF 27.
Dijo que el uso del gel con alcohol es muy común cuando existe riesgo de epidemias como lo ocurrido con la influenza, aunque lo primordial para evitar enfermedades como piodermitis, gastroenteritis e incluso la hepatitis; es una técnica correcta en el lavado de manos y de los propios alimentos.
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